domingo, 13 de marzo de 2011

UN BESO

Ya sabes que el amor, amor, no existe,
que es sólo una palabra dicha a ciegas.
Ya sabes que los besos que me diste
fueron, mi amor, mentira, que me niegas
si me nombras, que el medio es el mensaje,
y que yo no te quiero, pues al cabo
yo no soy más que un uso del lenguaje;
que es mi moral una moral de esclavo
si para mí quererte es darme todo.
Así que, amor, ni tú ni yo existimos,
ni existe nuestro amor ni, de igual modo,
existen estas vidas que encendimos.
(Al menos, eso dicen tantos sabios
que ignoran la certeza de tus labios)

©Miguel Argaya

DE LA SUPUESTA SOLEDAD DEL LECTOR

Dicen que yo no estoy aquí; que he dejado de estarlo desde el momento en que le he dado al botón de "publicar entrada"; que ahora el único que está eres tú. A mí me parece en cambio que a ti no te interesa estar solo en esta página, que lo que vienes buscando es compañía, y que sabes bien que aquí hay interlocutor. Dudo mucho de que existiera la literatura si todos los lectores creyesen de veras que detrás de lo que leen no hay un ser real, de carne y hueso, que les interpela.